Cuando el sol cae al atardecer y se desvanece, cuando los colores se oscurecen y se mezclan en el ocaso, la mente puede acompañar a la Naturaleza en su gran pausa. Aquel ser humano cuyo temperamento es sensitivo, estético, religioso, psíquico o amante de la Naturaleza puede beneficiarse de este pasaje del día a la noche y acercarse más a la consciencia de su alma.
Source: The Notebooks of Paul Brunton | • Escucha | | |